Lecciones de Vida

¿Harías una Fiesta en tu Bodega?

“Vengan a ver lo que encontré!” grito mi hija.

Era la primera vez que entrabamos a esa casa que estaba en venta.

Era amplia, y muy elegantemente decorada, pero al entrar sentimos un olor fuerte, apestoso. Por mas que recorrimos la casa no podíamos descubrir la fuente de esa podredumbre.

“Por aquí!” me jalo de la mano con insistencia.

Detrás de un gran librero en la sala mi hija encontró una puerta que daba a una bodega.

Prendimos la luz e inmediatamente se respondieron nuestras preguntas.

El pequeño cuarto estaba lleno de muebles viejos y polvosos, cajas con documentos y ropa regada por el piso y un hedor que nos dificultaba respirar.

“Increíble,” dijo mi esposo. “Nunca me hubiera imaginado que dentro de esta casa tan elegante y hermosa existiera una bodega escondida.”

“Esto parece mas un basurero que una bodega.” comente.

“Por eso nadie quiere entrar aquí,” dijo el agente de bienes raíces “Si se saca todo, se limpia y se pinta, esto se puede convertir en parte de la sala. ¡Se imaginan las fiestas que pueden tener aquí!”

Decidimos que esa casa no era para nosotros y nunca regresamos.

Han pasado muchos años desde esa interesante experiencia, pero nunca la he podido olvidar.

Es que, esa casa me recuerda al corazón.

Cuando decidimos abrirle la puerta a Jesús, inmediatamente nos proponemos sacar cosas negativas de nuestra vida.  Tratamos de no decir malas palabras, no fumar, ir a la iglesia todos los domingos, aumentar las ofrendas, tratar mejor al marido (o la esposa).

Todo parece color de rosa, alegre y positivo.

Nuestra casa se ve limpia, olorosa y elegante.

Hasta el momento que…alguien nos dice algo ofensivo, vemos las noticias del día, el esposo(a) nos contradice, nos tratan injustamente, un carro se nos atraviesa, etc., etc., etc.

De repente, se abre la puerta de esa bodega oscura y escondida, y se escapan los insultos, gritos, acusaciones, resentimientos, criticas, ofensas, y mas.

La Biblia nos recuerda en Romanos 8:1 …no hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

En vez de auto condenarnos cuando reaccionemos negativamente, veamos esos momentos como oportunidades que el Señor nos esta dando para limpiar esa bodega.

Afortunadamente, lo único que tenemos que hacer es abrirle la puerta a El, entregarle el control de nuestro corazón, y permitirle al Espíritu Santo que nos limpie con Su Verdad, sanidad, liberación, paz, perdón.

Poco a poco, nuestra casa se impregnará de la fragancia dulce del amor, la paz, y el gozo del Señor.

¡Es hora de abrir nuestra casa y hacer una fiesta en la bodega!

Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y suplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardara vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús. Fil.4:6-7 LBLA

 

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